El nuevo orden mundial
La verdad es que no sé cómo, quién o quiénes crearon este virus. De hecho, ya no me importa. Lo que sí me importa es que la verdadera pandemia no es el afamado y mentado Covid-19, del cual escucho hasta en mis pocas horas de sueño en esta cuarentena que ya parece eterna, sino que la pandemia será el hambre y la nueva esclavitud del siglo XXI.
Todos dicen que el mundo cambió, pero ¿sabemos cuánto? He aquí un breve análisis de lo que se puede observar que se avecina hasta el momento.
El nuevo capitalismo
El capitalismo como lo conocemos deberá cambiar. Ante la transformación social y las pérdidas de trabajos producidos por la pandemia y las nuevas tecnologías y, por ende, del aumento de hambruna, tendrá que dar un giro un poco más socialista. Suena extraño, pero el mundo lo exige cuando ha quedado demostrado que ante el más mínimo problema los países no cuentan con elementos suficientes para afrontar situaciones de emergencia.
Las inversiones de los gobiernos tendrán que ir dirigidas prioritariamente hacia el fortalecimiento de la salud
Las inversiones de los gobiernos tendrán que ir dirigidas prioritariamente hacia el fortalecimiento de la salud, proveyendo a los ciudadanos de medicinas y aumento de la cantidad de hospitales y mantenimiento de los existentes; además de brindar un mayor apoyo a la población más longeva que ha resultado ser la más vulnerable ante esta crisis sanitaria.
Nuevas tecnologías aplicadas a la educación
En cuanto a la tecnología, deberán realizar inversiones mayores para que pueda llegar a toda la población mundial. En educación, es hora de empezar a dejar de lado el gasto en estructuras de colegios que ya no dan para más y que han demostrado que ante este cambio en nada ayudan al progreso, para llevar a los estudiantes a una educación más avanzada y tecnificada.
En educación, es hora de empezar a dejar de lado el gasto en estructuras de colegios para llevar a los estudiantes a una educación más avanzada y tecnificada
Alimentación
En materia de alimentación, los gobiernos tendrán que volver a las viejas políticas de control. Por ejemplo, en Panamá, esa antigua queja de los productores de alimentos en el sentido de que nadie les pone atención, se ha visto vívidamente retratada ante la falta de ciertos alimentos y hasta en la pérdida de los mismos por no contar con adecuadas líneas de distribución y almacenamiento, sin dejar por fuera el aumento en los precios para el consumidor final.
Los gobiernos tendrán que velar por sus poblaciones y olvidarse de los demás, de esa forma la población más necesitada de un país contará con la comida más básica para subsistir y así no depender de ayuda externa.
La globalización
Sin embargo, este escenario tiene otra cara de la moneda. En los últimos días escucho por todas partes que la globalización ha terminado. Nada más alejado de la realidad. Ahora es que vamos a ver de verdad lo que es una globalización sin tener que privatizar ninguna empresa estatal, sin tener que abrir oficinas en otro país, sin tener que invadir otra nación.
Con la pandemia, la inmensa mayoría de los ciudadanos del mundo se han tenido que tecnificar, inclusive aquellos que no sabían cómo hacerlo o no querían hacerlo.
En pocas semanas hemos tenido que aprender a manejar negocios en línea, a conectarnos en videoconferencias, a abrir cuentas de televisión para ver series, a comprar comida en línea, a hacer pedidos en línea, a vivir en línea, a asistir a clases en línea. Todos los países que tenían atrasos en materia de tecnología han sido llevados de forma abrupta al siguiente nivel del siglo XXI, lo que a todas luces no resultará tan positivo como ahora parece.
Los esclavos del siglo XXI
Casualidad o no, los gobiernos empiezan a realizar cambios. Ya existen pruebas de temperatura corporal con solo monitorearte mientras caminas por la calle. Sabrán con quién hiciste contacto, a quién visitaste, a dónde estuviste, qué te gusta ver y comprar.
Todas las grandes empresas que inviertan en tecnología crecerán, obtendrán tu información y la venderán al mejor postor.
Lo pequeño, lo innecesario desaparecerá y con ello miles y miles de empleados. Viviremos en dictaduras cibernéticas que si no son reguladas y controladas por normas legales que garanticen los derechos fundamentales del ser humano, controlarán nuestras vidas. Los que aporten algo importante se les considerará, pero el resto será un esclavo del sistema, un sistema que levantará murallas invisibles, pero con claras divisiones sociales.
Las luchas por el control de la información estarán polarizadas, China vs. Estados Unidos; Inglaterra vs. Europa y los países árabes ante el surgimiento de tecnologías que no requieren petróleo volverán a la pobreza de antes.
Esto es solo el comienzo en esta cuarentena mundial.
Fernando Sucre Míguez
Presidente Ejecutivo
Central Fiduciaria, S.A.
Fernando Sucre Míguez nació en la ciudad de Panamá, República de Panamá en 1967.
Desde 1990 es Licenciado en Derecho y Ciencia Políticas de la Universidad de Panamá. En 1995 fundó la firma forense Sucre, Briceño & Co., especializándose en Derecho Corporativo y Financiero, siendo reconocido en esos campos por Chambers & Partners y Legal 500.
En adición, ha laborado en el sector público de Panamá ocupando el cargo de Director de Asesoría Legal del Ministerio de Gobierno y Justicia en dos oportunidades, en 1991 y 1999 y designado Viceministro Encargado del Ministerio de Gobierno y Justicia en el 2001. En el año 2002, el Órgano Ejecutivo lo declara idóneo para ocupar el puesto de Magistrado de la Corte Suprema de Justicia. Actualmente es Cónsul Honorario de Nueva Zelandia en Panamá.
Paralelamente ha desarrollado una carrera como empresario financiero e inmobiliario a través de sus propias compañías. Es Fundador y Presidente de la Junta Directiva de Grupo Financiero CF, sociedad controladora de las empresas Central Fiduciaria, S.A., Central Financiera de Créditos, S.A., y CF Services, Inc.
Es miembro de la Junta Directiva de la Superintendencia de Seguros y Reaseguros de Panamá.
Por su experiencia ha ocupado puestos en las juntas directivas de:
Mi Banco, S.A., BMF
Grupo Financiero Rapi Préstamos, S.A.,
GS Relocation Panamá, S.A.
Canal Bank, S.A.
Nacional de Seguros de Panamá y Centroamérica, S.A.
Ha publicado innumerables artículos en el diario La Prensa, y los suplementos Martes Financiero y Épocas, especializándose en temas relacionados con la realidad económica mundial y la historia panameña.
Sus publicaciones incluyen:
“El Uso de la Tarjeta de Crédito en Panamá” 1990.
“La Búsqueda de Nuestra Identidad” 2006.
“El Triunfo de un Estadista, Vida y Obra de Enrique Jiménez” 2010.
“Cruzando Fronteras, Los Sellos de Panamá como Expresión de Historia, Cultura e Identidad” 2015
“Diablos Rojos Forever” 2017
“El Árbol Deshojado, Historia de Aristides Royo y su Época” 2018.
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