Factores históricos y origen de las fundaciones
El origen del concepto de las fundaciones tal cual las conocemos en la actualidad no proviene ni de los griegos ni de los romanos cómo algunas fuentes citan. No obstante, podemos afirmar que existían en esta época determinadas figuras de carácter corporativo, que contrarias a la definición de entidad legal, fueron siempre reconocidas por el Derecho Romano como asociaciones de individuos.
Siguiendo el Código de Justiniano, una recopilación de constituciones imperiales promulgada por el emperador Justiniano, en una primera versión, el 7 de abril de 529, y en una segunda, el 17 de noviembre de 534, que conocemos hoy en día.
Estas instituciones eran conocidas como las “piae causae”, o fundación u obra piadosa.
El origen de las fundaciones
Dentro del Derecho Romano, y por la influencia del cristianismo, se concedió personalidad jurídica bajo esta denominación a este tipo de instituciones que cuyo fin era el desarrollo de obras benéficas a favor de pobres, enfermos, ancianos e hijos abandonados.
En la Edad Media
Ya en la Edad Media el desarrollo de las fundaciones se vieron afectadas por las diferentes corrientes ideológicas que influenciaron el pensamiento social de la época.
La Iglesia Católica tenía una apreciable influencia en la sociedad durante la Edad Media e instauró como práctica que la selección de una parte del patrimonio personal estuviera dedicado a la Iglesia o a causas e instituciones eclesiásticas tras la muerte de la persona.
Dentro de la concepción popular de le época, esto era considerado como un símbolo de retribución a Cristo. De hecho, la Iglesia estaba vista como una “fundación divina”, donde el clero tenía potestad para ejercitar los testamentos.
A finales de la Edad Media la actividad fundacional empezó a ser desarrollada por cuerpos seculares, y a raíz de ello surgieron las denominadas fundations in free towns, caracterizadas por ser operadas a través de ciudadanos laicos independientes de la Iglesia.
Hay que destacar también la importante participación municipal, ya que esta institución fungía como ente fiscalizador de estas fundaciones, de tal forma que actuaba en calidad de administrador de las fundaciones con fines caritativos.
En el año 1509 se consagró la Reforma de Frankfurt, y a partir de esa fecha se apreció una conducta peculiar referente a las fundaciones que consistía en una obligación de rendición de cuentas por parte de la persona que hacía las veces de administrador ante el Consejo Comunal.
Hasta el siglo XIX
Durante los siglos XVIII y XIX tanto las fundaciones como el fideicomiso pasaron por un periodo crítico, hasta el punto de no ser incluidas como figuras jurídicas en el Código Napoleónico.
Debemos remontarnos en este repaso histórico hasta el siglo XIX para ver la evolución de las fundaciones como un instrumento legal, dato que repasaremos en un siguiente artículo donde trataremos el concepto y la evolución de las fundaciones de interés privado en el último siglo.
Fernando Sucre Míguez nació en la ciudad de Panamá, República de Panamá en 1967.
Desde 1990 es Licenciado en Derecho y Ciencia Políticas de la Universidad de Panamá. En 1995 fundó la firma forense Sucre, Briceño & Co., especializándose en Derecho Corporativo y Financiero, siendo reconocido en esos campos por Chambers & Partners y Legal 500.
En adición, ha laborado en el sector público de Panamá ocupando el cargo de Director de Asesoría Legal del Ministerio de Gobierno y Justicia en dos oportunidades, en 1991 y 1999 y designado Viceministro Encargado del Ministerio de Gobierno y Justicia en el 2001. En el año 2002, el Órgano Ejecutivo lo declara idóneo para ocupar el puesto de Magistrado de la Corte Suprema de Justicia. Actualmente es Cónsul Honorario de Nueva Zelandia en Panamá.
Paralelamente ha desarrollado una carrera como empresario financiero e inmobiliario a través de sus propias compañías. Es Fundador y Presidente de la Junta Directiva de Grupo Financiero CF, sociedad controladora de las empresas Central Fiduciaria, S.A., Central Financiera de Créditos, S.A., y CF Services, Inc.
Es miembro de la Junta Directiva de la Superintendencia de Seguros y Reaseguros de Panamá.
Por su experiencia ha ocupado puestos en las juntas directivas de:
Mi Banco, S.A., BMF
Grupo Financiero Rapi Préstamos, S.A.,
GS Relocation Panamá, S.A.
Canal Bank, S.A.
Nacional de Seguros de Panamá y Centroamérica, S.A.
Ha publicado innumerables artículos en el diario La Prensa, y los suplementos Martes Financiero y Épocas, especializándose en temas relacionados con la realidad económica mundial y la historia panameña.
Sus publicaciones incluyen:
“El Uso de la Tarjeta de Crédito en Panamá” 1990.
“La Búsqueda de Nuestra Identidad” 2006.
“El Triunfo de un Estadista, Vida y Obra de Enrique Jiménez” 2010.
“Cruzando Fronteras, Los Sellos de Panamá como Expresión de Historia, Cultura e Identidad” 2015
“Diablos Rojos Forever” 2017
“El Árbol Deshojado, Historia de Aristides Royo y su Época” 2018.
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