La solidez del sistema bancario y financiero en Panamá
Debido a la reciente crisis económica y financiera que ha sacudido a todo el mundo muchos bancos, incluso los más fuertes, vieron mermados sus beneficios drásticamente, dieron pérdidas o se vieron abocados a ser ayudados por los Gobiernos de sus países e incluso absorbidos por otros bancos.
Esto, añadido a otros problemas como la presión creciente de los países de la Unión Europea y EEUU contra bancos ubicados en supuestos paraísos fiscales como Suiza para revelar la información y las identidades de sus clientes, principalmente debido a motivos fiscales más que motivos probados criminales, ha contribuido a que muchas personas busquen alternativas bancarias fuera de sus países al amparo de sistemas que les proporcionaran la seguridad financiera y legal que ellos necesitan.
Panamá como centro financiero
Panamá es un centro financiero mundial y seguirá siendo un país muy atractivo para estos fines; nuestro crecimiento económico es uno de los principales y más importantes en América Latina, el dólar como la moneda legal, nuestro preciado secreto bancario y un gobierno capitalista y democrático del 100%, han hecho de Panamá uno de los sistemas bancarios más sólidos y confiables en el mundo.
Panamá posee sede de la mayoría de los Bancos más importantes del mundo, de ellos un buen porcentaje con Licencia Internacional.
Teniendo en cuenta la gran cantidad de personas extranjeras que han acudido a Panamá para abrir cuentas bancarias bajo sociedades offshore, IBC o Fundaciones de Interés Privado, la Superintendencia de Bancos de Panamá se vio en la necesidad de regular la actividad bancaria de una manera estricta para evitar la apertura de cuentas bancarias destinadas al lavado de dinero, actividades ilegales y evitar otras situaciones que se han dado con anterioridad y que ha afectado los bancos en el pasado.
Requisitos para abrir una cuenta bancaria en Panamá
La mayor parte de Bancos han puesto en práctica exigencias tales como para abrir una cuenta bancaria en Panamá:
- Que los titulares de la cuenta viajen previamente a Panamá para realizar una entrevista personal con el Banco (aunque algunos bancos permitan una evaluación previa a través de un despacho de abogados).
- La evaluación previa de la actividad comercial de los clientes para averiguar si es aceptable.
- La presentación de cartas de referencia bancarias con la información de contacto a modo que ellos fácilmente puedan verificar la reputación de su futuro cliente.
- Una declaración de la actividad que pretende tener con esas cuentas bancarias o de las transferencias mensuales que van a ser manejadas.
- La verificación y la prueba del origen de los fondos de todas las transferencias que sobrepasen los US$10.000.
- La obligación de saber quiénes son los accionistas o los beneficiarios verdaderos de la Corporación o la Fundación de Interés Privada, entre otras.
Todas estas exigencias pueden parecer excesivamente burocráticas y poco o nada atractivas para algunos clientes, pero estas regulaciones solo hacen una demostración plausible de lo sólido y fiables que son los bancos panameños. Y no solo los bancos en sí, sino el sistema financiero orquestado por la República de Panamá.
Esta aparentemente burocrática regulación solo hace que demostrar una clara muestra de lo sólidos y fiables que son los bancos panameños.
Además del prestigio e imagen de transparencia a nivel mundial que esto genera, hace que inversionistas deseen seguir depositando su dinero e invirtiendo en Panamá a pesar de los trámites burocráticos, y todo debido a esa seguridad y solidez que el sistema financiero les proporciona.
Muchos clientes quedan impresionados por cómo se ha complicado el proceso de apertura de una cuenta bancaria, hecho que contrasta con la facilidad ofrecida por otros países donde este proceso puede ser realizado a distancia sin la necesidad de un abogado y sin tanto trámite administrativo.
Dependiendo del Banco en Panamá, este proceso de apertura de una cuenta bancaria puede durar entre una semana y un mes.
Fernando Sucre Míguez nació en la ciudad de Panamá, República de Panamá en 1967.
Desde 1990 es Licenciado en Derecho y Ciencia Políticas de la Universidad de Panamá. En 1995 fundó la firma forense Sucre, Briceño & Co., especializándose en Derecho Corporativo y Financiero, siendo reconocido en esos campos por Chambers & Partners y Legal 500.
En adición, ha laborado en el sector público de Panamá ocupando el cargo de Director de Asesoría Legal del Ministerio de Gobierno y Justicia en dos oportunidades, en 1991 y 1999 y designado Viceministro Encargado del Ministerio de Gobierno y Justicia en el 2001. En el año 2002, el Órgano Ejecutivo lo declara idóneo para ocupar el puesto de Magistrado de la Corte Suprema de Justicia. Actualmente es Cónsul Honorario de Nueva Zelandia en Panamá.
Paralelamente ha desarrollado una carrera como empresario financiero e inmobiliario a través de sus propias compañías. Es Fundador y Presidente de la Junta Directiva de Grupo Financiero CF, sociedad controladora de las empresas Central Fiduciaria, S.A., Central Financiera de Créditos, S.A., y CF Services, Inc.
Es miembro de la Junta Directiva de la Superintendencia de Seguros y Reaseguros de Panamá.
Por su experiencia ha ocupado puestos en las juntas directivas de:
Mi Banco, S.A., BMF
Grupo Financiero Rapi Préstamos, S.A.,
GS Relocation Panamá, S.A.
Canal Bank, S.A.
Nacional de Seguros de Panamá y Centroamérica, S.A.
Ha publicado innumerables artículos en el diario La Prensa, y los suplementos Martes Financiero y Épocas, especializándose en temas relacionados con la realidad económica mundial y la historia panameña.
Sus publicaciones incluyen:
“El Uso de la Tarjeta de Crédito en Panamá” 1990.
“La Búsqueda de Nuestra Identidad” 2006.
“El Triunfo de un Estadista, Vida y Obra de Enrique Jiménez” 2010.
“Cruzando Fronteras, Los Sellos de Panamá como Expresión de Historia, Cultura e Identidad” 2015
“Diablos Rojos Forever” 2017
“El Árbol Deshojado, Historia de Aristides Royo y su Época” 2018.
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